La calidad de los cultivos es un factor clave para mantener la productividad y rentabilidad del sector Agro. Si bien hay muchas cosas que se pueden hacer para mejorar la calidad de los cultivos, hay algunos principios básicos a tener en cuenta que son fundamentales para una producción agrícola exitosa.
En este artículo de PQP Profesional, discutiremos los cuatro principios básicos de cómo mejorar la calidad de los cultivos. Estos incluyen cuestiones como el manejo adecuado del suelo, el riego, la nutrición, los patógenos, las plagas y formas sostenibles.
La tierra es el medio donde crecen nuestros cultivos, por lo tanto, es importante mantener un buen equilibrio entre sus componentes físicos, químicos y biológicos. Esto significa mantener la cantidad correcta de humedad, nutrientes y materia orgánica en el suelo para obtener un rendimiento óptimo.
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Es importante darles a los cultivos la cantidad correcta de agua para evitar problemas nutricionales o dañinos por excesiva sequedad o inundación. La tecnología inteligente para el riego permite administrar el agua con precisión a través del uso de sensores inalámbricos que miden factores ambientales como temperatura, humedad e incluso niveles foliares.
Los nutrientes son necesarios para un crecimiento saludable y productivo, sin embargo, demasiados nutrientes pueden resultar en un excesivo crecimiento vegetativo y reducir la producción final.
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Una de las principales preocupaciones para mejorar la calidad de los cultivos es el control de plagas y enfermedades. Esto es fundamental para evitar la propagación de infecciones e infestaciones que pueden afectar la producción y, por lo tanto, la calidad de los cultivos.
Existen varias estrategias que se pueden implementar para controlar plagas y enfermedades. La primera, consiste en mantener una buena sanidad del suelo para reducir el riesgo de infestación. Esta estrategia implica realizar prácticas como la rotación de cultivos, el manejo adecuado del riego, el uso racional del abonado orgánico y químico, así como el establecimiento de límites mínimos en la cantidad de pesticidas a utilizar. La segunda, consiste en utilizar el monitoreo permanente del suelo para identificar cualquier signo temprano de infestación o enfermedad. Esta práctica permite detectar problemas antes de que se extiendan y permitir un tratamiento oportuno para evitar mayores daños a los cultivos.
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A medida que los cultivos crecen, es importante asegurarse de que reciban los nutrientes adecuados para una producción abundante (conoce dos formas prácticas de nutrir el suelo) . La falta de nutrientes adecuados puede provocar daños en el desarrollo y en la producción de los cultivos, lo que afecta negativamente su calidad y rendimiento.
Uno de los primeros signos de falta de nutrientes en los cultivos es un cambio en el color de las hojas. Estas se volverán amarillas o marrones cuando los niveles de determinados elementos nutritivos, como el nitrógeno, el fósforo y el potasio, estén bajos. Esta descoloración también puede ser causada por otros factores como la falta de luz solar o un riego excesivo.
Las raíces se verán afectadas si hay deficiencias nutricionales graves. Si las raíces no están obteniendo la cantidad adecuada de nutrientes del suelo, comenzarán a secarse o se volverán marrones. Esto impedirá que las plantas absorban la cantidad necesaria de agua del suelo.
Frecuentemente un déficit nutricional se refleja en la formación inadecuada de flores y frutas. Un déficit grave en cualquier elemento nutritivo impedirá que las plantas florezcan y darán frutas deficientes en tamaño y sabor. Algunas veces incluso el tallo se verá afectado y podría partirse fácilmente debido al déficit nutricional.
Para prevenir problemas nutricionales graves, recomendamos consultar con un ingeniero agrónomo, con base en análisis de suelos o tejido foliar antes del inicio del proceso de siembra o plantación. Establezca objetivos realistas para los valores nutritivos ideales del suelo para sus cultivos particulares y vigile sus niveles durante todo el proceso para garantizar que reciben los nutrientes necesarios para un desarrollo óptimo. Si detecta algún déficit nutricional grave, opte por abonar con fertilizantes químicos u orgánicos para satisfacer las necesidades nutricionales específicas requeridas por sus cultivos (conoce qué son y para qué sirven los fertilizantes). Esta práctica mejorará significativamente la producción final y la calidad general de los productos agrícolas obtenidos. (razones para elegir a PQP Profesional para nutrir tus cultivos).
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